¡ El Trabajo importa !

Para mí, leer un libro es siempre una aventura. Una lo abre con más o menos ilusión, pero sin la certeza de saber si cumplirá o no con las expectativas puestas en él. En el caso de los libros escritos por el gran "gurú", Tom Peters, estas ilusiones acaban cumpliéndose. Me gusta este autor y pertenezco a su movimiento: ¡El trabajo importa!, también llamado "El movimiento Anti-Dilbert".

Dilbert es una representación magistral de una preocupante realidad, en la que factores como el aburrimiento y la falta de creatividad e ilusión impregnan buena parte de los proyectos empresariales. Así que, lo leemos, nos reímos, y después viene lo peor, cuando nos ponemos a pensar... "esto mismo pasa en mi departamento, en mi empresa...". Me gusta Dilbert porque me ayuda a reflexionar sobre estas cuestiones y, por lo tanto, a mejorar.

Conseguir hacer de cada proyecto una experiencia apasionante lo hará distinto, y esto, hoy en día, es la clave de una exitosa continuidad, porque el que no se distingue se extingue. La época de las estructuras rígidas, jerarquizadas, ha pasado a la historia. Ahora las empresas son fluidas y se transforman con facilidad, dando lugar a proyectos asombrosos, diferentes, mejores.

La franquicia debe afiliarse a ¡el trabajo importa!
Trasladados todos estos planteamientos al ámbito de las franquicias, hay que detenerse a pensar las implicaciones que puede tener en nuestro sistema de negocio. En el entorno de la franquicia se corre el riesgo de pensar que adquirir un know how exime al franquiciado de su obligación de hacer de su empresa un proyecto innovador. Por lo tanto, se produce una relajación que lo acerca peligrosamente a Dilbert, con todos los problemas que esto conllevaría.

Es indudable que una franquicia tiene innumerables ventajas, ya que, a través de ella, se actúa mejor y más rápido, con el alto nivel de efectividad que se le exige a una gran empresa. No obstante, entre todas estas ventajas no está la de proporcionar el "elixir" del éxito, sin más trabajo que el de abrir y cerrar cada día el negocio/franquicia en el que se ha invertido.

Hace falta estar afiliado también a la corriente ¡El trabajo importa!, para descubrir que la creatividad no tiene límites, que distinguirle y sacarle partido a esta diferenciación es imprescindible para lograr ser el mejor en su zona de influencia. Sólo de esa forma se podrá conseguir que la franquicia, su franquicia, sea el proyecto de éxito que planificó.

Es obvio que es en franquicia donde se hace especial énfasis en planificar, organizar e innovar para impulsar y consolidar una marca, y éste es el objetivo de todos, algunos empleados y otros ¡¡aún mejor!! propietarios de empresas.

En definitiva, la palabra INNOVACIÓN vuelve a estar presente entre los conceptos que valora Tom Peters. Igual que hizo en su libro "El círculo de la innovación", entendiendo lo que son y lo que han de ser las empresas. Y, en esta línea de cambios, ¿no es la franquicia el mejor exponente?

Desde mi punto de vista, la auténtica franquicia está en perfecta sintonía con los planteamientos del gran "gurú" Tom Peters.